Cuidado de heridas: una guía para tratarlas en casa
November 27, 2025
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El correcto cuidado de heridas es esencial para mantener a nuestros hijos seguros después de caídas, cortes superficiales o quemaduras leves, y acelerar su recuperación y cicatrización. A continuación, te compartiremos una guía práctica sobre su cuidado, incluyendo los pasos clave que todas las mamás deben conocer.
La importancia del tratamiento adecuado en el cuidado de heridas
Las heridas, incluso las leves, como los raspones, requieren un tratamiento adecuado, para que tu hijo pueda seguir jugando sin complicaciones. Aquí hay algunas razones por las cuales es crucial cuidar de las heridas correctamente (National Institutes of Health, 2023; MedlinePlus, 2022; Healthy Children, 2019):
Un abordaje adecuado puede ayudar a prevenir que evolucionen a heridas infectadas, lo que podría empeorar el proceso de recuperación y requerir atención médica.
También contribuye a reducir la aparición de cicatrices e incluso prevenir la formación de una cicatriz queloide.
Puede mejorar el dolor y la incomodidad asociados con la herida.
Además, favorece el proceso de recuperación. Esto permite a los niños volver rápidamente a sus actividades favoritas.
Paso a paso para el cuidado de heridas
Estos son los pasos clave para el cuidado de heridas que todas las mamás deben conocer (MedlinePlus, 2022; Mayo Clinic, 2022; Healthy Children, 2019):
Valoración
Primero, es necesario evaluar el estado de la herida. Así decidirás si se puede atender en casa o es necesario visitar un centro médico. Los síntomas y signos graves que debes tener en cuenta antes de iniciar el cuidado de heridas en casa son:
Aumento del dolor.
Enrojecimiento.
Pus, secreción verde o exceso de líquido transparente alrededor de la lesión.
Bordes de la herida negros.
Sangrado que no se detiene después de hacer 10 minutos de presión directa.
Fiebre mayor de 100°F (37.7°C) que dura más de 4 horas.
Dolor persistente en la herida, incluso después de tomar analgésicos.
Limpieza de las heridas
Para limpiar heridas, primero lávate las manos: utiliza agua y jabón para lavar tus manos minuciosamente antes de comenzar el proceso de curación. Esto ayudará a reducir el riesgo de infección.
Detén el sangrado: en el caso de cortes y rasguños menores, suele detenerse solo. Si no ocurre, aplica presión suave con una venda o paño limpio para detenerlo. Si es necesario, eleva la herida.
Lava la herida: puedes hacerlo con agua corriente o solución salina. Y lava alrededor de la herida con jabón neutro, evitando que entre en la herida. No utilices agua oxigenada ni yodo, ya que pueden irritarla.
Desinfección y vendaje
Seca bien la herida con una toalla y aplica pomada antibiótica o vaselina, para mantener húmeda la superficie de la herida y acelerar la cicatrización. Luego, puedes cubrir la zona afectada con un vendaje o bien, con gasas estériles y cinta de papel. Si es un raspón o un corte superficial, no necesitas cubrirla.
Cuidados posteriores
Si cubriste la herida, cambia el apósito una vez al día o siempre que el vendaje se vea mojado o se ensucie. Cuando se haya formado una costra sobre la herida, ya no será necesario que la vendes. También intenta que tu hijo no se la arranque ni se la rasque.
En conclusión, recuerda que las caídas son normales en los niños, ¡no te alarmes! Con paciencia y cuidado, tu hijo se recuperará y podrá seguir con sus actividades favoritas.
